viernes, 12 de agosto de 2011

!!! CUIDADO CHILE !!!


Cada quien puede profesar la doctrina política que más le guste; de eso se trata la democracia y el liberalismo. En el caso de la Srta. Camila Vallejo, presidenta de la FECH y representante de los estudiantes chilenos, ella es activista del Partido Comunista y es de conocimiento público.
Cuando se ocupan cargos de representación es prácticamente imposible dejar de lado las simpatías políticas, por lo que es una aberración decir que a los estudiantes chilenos no se les está usando para fines políticos, utilizando “casualmente” en este caso tácticas conocidas de la izquierda más recalcitrante que pretende generar ingobernabilidad.
Los daños a la propiedad pública y privada ocasionados de forma sistemática por quienes la Srta. Vallejo parece haber identificado muy bien como “infiltrados” y a quienes la FECH les hace el inmenso favor de convocar a marchas y marchas y marchas como queriendo buscar más destrozos en la propiedad pública y privada, claramente obedecen a una iniciativa que viene de otras tierras con abundantes recursos que pueden financiar estos movimientos, que valen mucho dinero, y donde se usa a muchos inocentes, como se hizo en Venezuela, Bolivia, como se hizo en Nicaragua, en Ecuador, etc. Nos preguntamos cómo sería la reacción de la tiranía cubana si en ese país ocurrieran los destrozos que los “infiltrados” de la Srta. Vallejo causan en Chile.
Este juego macabro de ingobernabilidad al que someten a Chile utilizando a menores de edad amparados por una ley que no puede actuar y que ya tiene autores evidentes, y con apoyos abiertos que acusan intrusión en asuntos internos de Chile, incluso de cantores que han hecho oda y arte por décadas con la sangre de miles de asesinados en la historia contemporánea cubana (por ejemplo), aparece en momentos en que después de veinte años de gobiernos en manos de los factores de la centro izquierda (atontados por el poder) e izquierda extrema (agazapados esperando que el tiempo borre la historia) no fue capaz de resolver los detalles del país que ahora endilgan a un gobierno que lleva poco más de un año.
No se hace “revolución” sin recursos que puedan sostener los salarios y la manutención de quienes actúan a tiempo completo en la desestabilización, ni sus guardaespaldas, ni sus comidas, traslados, pernoctas, alocuciones, maniobras, etc. Eso se paga con dinero que obviamente no proviene de empresarios chilenos ni del estado. La desestabilización de Chile obedece a un plan regional de una izquierda comandada por moribundos y que necesitan relevos provenientes de países con ciudadanos más probos, como Chile, toda vez que la corrupción y baja catadura de los liderazgos caribeños ponen en riesgo el avance de esos sistemas tiránicos.
Cuidado Chile.
Paul Sfeir.-